martes, 3 de febrero de 2009

Mi amor: sensible, tímido, y necesita que la mujer tome la iniciativa, pero sin intimidarlo.
El winner: arrogante, creído y narcisista, necesita que la mujer lo idolatre.
El romántico: sensible, dulce, casi cursi; el no ve a la mujer como un objeto, necesita que haya amor para tener algo con alguien.
El cazador: frío como el metal, adulto, el que está de vuelta; un tipo directo, sin rodeos; lo seducen las minas directas, sin rodeos.
El buen tipo: noble, fiel, amiguero y vulnerable, con un punto débil... su mejor amigo le sacó a su novia una vez.
El conejo: calentón, impulsivo, irracional; se manda y después piensa lo que hizo.
A veces el hombre es como la conga, repite una y otra vez. Un paso adelante, un paso atrás, mucha conga pero no se va a ningún lado. Las relaciones son como la conga sin fin... para un lado, para el otro, y siempre se vuelve al mismo punto. Los hombres son previsibles y repetitivos, como la conga; y el amor es endeble, un poco de conga y todo se desarma .

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